tgoop.com/algodelevangelio/17251
Last Update:
Jesús no es alguien a quien amamos, sino que es una doctrina, un buen hombre que nos habla de amor, incluso puede ser una gran moral, una cosa abstracta a la que decimos que seguimos. ¿En qué andamos nosotros hoy concretamente, antes de llegar la Nochebuena? ¿De qué vamos a hablar hoy a los demás? ¿Y en la Nochebuena? ¿Andamos como Zacarías, mudos por Dudar, y nos transformamos en cristianos que no pueden alabar a Dios, o sea que no pueden reconocer que Dios es Dios y nosotros solo unas pequeñas creaturas amadas por él?
Zacarías recuperó el habla no para decir cosas sin sentido, para cantar cosas sin sentido, para pedir cosas para él o para enojarse por no haber podido hablar tanto tiempo. «Recuperó el habla y comenzó a alabar», así dice el Evangelio. Empezó a darle a Dios lo que le correspondía, o sea, todo su amor, su alabanza.
Solo podremos alabar a Dios de corazón en estos días si reconocemos lo que él hizo en nosotros y por nosotros. Se hizo niño, se hizo bebé, para que aprendamos a abrazarlo sin condiciones, sin peros, aceptando su amor silencioso pero eficaz, aunque todos andemos gritando y corriendo. Si no reconocemos eso, en esta Navidad andaremos mudos de lo importante y llenos de palabras vacías.
Que Jesús nos conceda lo que más necesitamos para poder alabar en serio, para poder gritar sin miedo y vergüenza lo que Dios hizo por nosotros. Vayamos al pesebre, guiados por la luz de Jesús. Acerquémonos en estos días a un pesebre a disfrutar del silencio de un Dios que se hizo niño por vos y por mí, por todos.
www.algodelevangelio.org
algodelevangelio@gmail.com
p. Rodrigo Aguilar
BY Algo del Evangelio
Share with your friend now:
tgoop.com/algodelevangelio/17251