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Observamos con profunda preocupación los incendios que en estos días arrasan España.
No solo están calcinando miles de hectáreas, sino que también provocan la pérdida de vidas humanas, la muerte de animales y graves daños económicos.
Denunciamos que la magnitud y gravedad de estos incendios tienen responsables directos, y no obedecen al llamado "clima cambiático”.
La causa está en las políticas mal llamadas “verdes” que emanan de la Unión Europea y se concretan en la Agenda 2030. Políticas aplicadas en España por el Gobierno central, las Comunidades Autónomas y otros entes públicos, que no solo impiden, sino que incluso sancionan, la limpieza y el mantenimiento de bosques, montes y ríos. Todo ello bajo el pretexto de un falso ecologismo.
Denunciamos también que estos incendios se utilizan como instrumento de manipulación para infundir en la población un “miedo climático” con fines muy concretos: justificar futuras restricciones a nuestros Derechos y Libertades.
Quienes promueven ese miedo son los mismos que llenan España de instalaciones de supuestas energías renovables que, en realidad, son energías IRRENOVABLES: ni verdes, ni sostenibles, ni beneficiosas.
Son el pretexto perfecto para privatizar nuestros recursos, tierras y agua, en beneficio de grandes corporaciones y fondos de inversión.
Estas energías IRRENOVABLES representan el mayor ataque medioambiental y paisajístico de nuestra historia. Son contaminantes y, en el caso de las plantas fotovoltaicas, incluso contribuyen a aumentar la temperatura de las zonas donde se instalan.
Exigimos que, bajo ninguna circunstancia, los terrenos y bosques afectados por incendios se conviertan en espacios para la instalación de estas infraestructuras (plantas fotovoltaicas, parques eólicos, plantas de biogás, etc.).
La pasividad y la continua cesión en todos los ámbitos de nuestra vida hacen que los ciudadanos también seamos corresponsables de esta situación crítica que atraviesa España.
A partir de ahora, detener esta sinrazón dependerá de la actitud y del compromiso de cada uno de nosotros.
Sevilla, 17 de agosto de 2025
