#TiempoDeOración
Lunes 20 de mayo
Con la fiesta de Pentecostés se cierra el tiempo de Pascua, e iniciamos el Tiempo Ordinario, que nos invita a contemplar la vida pública de Jesús, por ello, la liturgia nos presentará acontecimientos referentes a la manera como Jesús se relacionaba con el pueblo, sus predicaciones, curaciones y milagros. Sin embargo, este lunes después de Pentecostés, la liturgia nos hace la maravillosa invitación de contemplar a María como Madre de la Iglesia y en el evangelio de hoy (Jn 19,25-34), se nos presenta a Jesús en la Cruz, en presencia de su Madre, la hermana de su Madre, María, la de Cleofás, María Magalena y el discípulo que tanto quería. El discípulo amado, es representación de la Iglesia entera, por tanto, cuando el evangelista nos presenta a Jesús que entrega al discípulo como hijo a María, y viceversa, nos está indicando la estrecha relación entre la Iglesia y María. Todo aquel que sigue a Jesús, ha recibido a María como Madre, por tanto, es tarea nuestra amarla, venerarla y reconocernos hijos suyos, según el deseo de Jesús.
Amado Señor, he recibido una nueva efusión del Espíritu Santo en la celebración de Pentecostés, ahora dame la gracia de asumir tus sentimientos, para amar a tu Madre, como lo hiciste tú. Amén.
Lunes 20 de mayo
Con la fiesta de Pentecostés se cierra el tiempo de Pascua, e iniciamos el Tiempo Ordinario, que nos invita a contemplar la vida pública de Jesús, por ello, la liturgia nos presentará acontecimientos referentes a la manera como Jesús se relacionaba con el pueblo, sus predicaciones, curaciones y milagros. Sin embargo, este lunes después de Pentecostés, la liturgia nos hace la maravillosa invitación de contemplar a María como Madre de la Iglesia y en el evangelio de hoy (Jn 19,25-34), se nos presenta a Jesús en la Cruz, en presencia de su Madre, la hermana de su Madre, María, la de Cleofás, María Magalena y el discípulo que tanto quería. El discípulo amado, es representación de la Iglesia entera, por tanto, cuando el evangelista nos presenta a Jesús que entrega al discípulo como hijo a María, y viceversa, nos está indicando la estrecha relación entre la Iglesia y María. Todo aquel que sigue a Jesús, ha recibido a María como Madre, por tanto, es tarea nuestra amarla, venerarla y reconocernos hijos suyos, según el deseo de Jesús.
Amado Señor, he recibido una nueva efusión del Espíritu Santo en la celebración de Pentecostés, ahora dame la gracia de asumir tus sentimientos, para amar a tu Madre, como lo hiciste tú. Amén.
#TiempoDeOración
Martes 21 de mayo
Jesús está tan interesado en qué aprendamos de él, le escuchemos y pongamos en práctica sus enseñanzas que hace todo lo posible para que así sea. Sin embargo, muchas veces tú y yo nos perdemos pensando en cosas que no nos permiten crecer en fe, amor y confianza en Dios. Esto es lo que presenta el evangelio de hoy (Mc 9,30-37) en donde el Señor se aparta con sus discípulos y trata de explicarles cuál sería su futuro, no obstante, ellos están más preocupados en definir su puesto dentro de la comunidad. Jesús quiere enseñarnos que, nuestro reconocimiento siempre será a los ojos de Dios por la medida en que sirvamos de corazón, y por tanto, debemos escucharlo y poner en práctica sus enseñanzas.
Gracias infinitas Señor por tu presencia en mi vida. Dame el don de tu Espíritu para comprender todo aquello que en este día me quieres transmitir. Amén.
Martes 21 de mayo
Jesús está tan interesado en qué aprendamos de él, le escuchemos y pongamos en práctica sus enseñanzas que hace todo lo posible para que así sea. Sin embargo, muchas veces tú y yo nos perdemos pensando en cosas que no nos permiten crecer en fe, amor y confianza en Dios. Esto es lo que presenta el evangelio de hoy (Mc 9,30-37) en donde el Señor se aparta con sus discípulos y trata de explicarles cuál sería su futuro, no obstante, ellos están más preocupados en definir su puesto dentro de la comunidad. Jesús quiere enseñarnos que, nuestro reconocimiento siempre será a los ojos de Dios por la medida en que sirvamos de corazón, y por tanto, debemos escucharlo y poner en práctica sus enseñanzas.
Gracias infinitas Señor por tu presencia en mi vida. Dame el don de tu Espíritu para comprender todo aquello que en este día me quieres transmitir. Amén.
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Miércoles 22 de mayo
En la vida de fe cada testimonio o actividad que encontremos en nombre de Jesús siempre será una oportunidad para glorificar a Dios. Por este motivo, la Iglesia está llena de carismas y movimientos que nos ayudan a crecer en la fe, cada uno con su estilo particular y su forma específica de manifestar y transmitir la fe. Esto es lo que nos presenta el evangelio de hoy (Mc 9, 38-40) cuando Juan encuentra a uno que hacía milagros en nombre de Jesús y, el Señor destaca que aunque no pertenezca al grupo que compartía más de cerca con él, este hombre daría testimonio de su obra salvadora.
Gracias Señor porque tu corazón es tan grande que, nos das paso a todos para obrar en tu nombre. Danos la gracia de ser testimonio y testigos de ti para obrar en coherencia a tus enseñanzas. Amén.
Miércoles 22 de mayo
En la vida de fe cada testimonio o actividad que encontremos en nombre de Jesús siempre será una oportunidad para glorificar a Dios. Por este motivo, la Iglesia está llena de carismas y movimientos que nos ayudan a crecer en la fe, cada uno con su estilo particular y su forma específica de manifestar y transmitir la fe. Esto es lo que nos presenta el evangelio de hoy (Mc 9, 38-40) cuando Juan encuentra a uno que hacía milagros en nombre de Jesús y, el Señor destaca que aunque no pertenezca al grupo que compartía más de cerca con él, este hombre daría testimonio de su obra salvadora.
Gracias Señor porque tu corazón es tan grande que, nos das paso a todos para obrar en tu nombre. Danos la gracia de ser testimonio y testigos de ti para obrar en coherencia a tus enseñanzas. Amén.
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Jueves 23 de mayo
Nuestro seguimiento a Jesús nos debe mover a obrar de tal manera que, cada acción que realicemos la hagamos en nombre del Señor. Entonces, cuando tengamos cualquier gesto de caridad o en toda circunstancia en la cual nos veamos involucrados, jamás se nos olvide que las cosas que hacemos, no las realizamos por nosotros, sino por Jesús que habita en nuestro corazón y en la vida de las personas con quienes compartimos diariamente. De está manera, debemos sentir el movidos a rechazar cualquier situación que nos saque de esta realidad.
Señor, con tu Palabra me haces reconocer que mis acciones son la expresión del amor que te tengo. Dame la gracia de ser consciente de esta realidad para actuar en sintonía con lo que quieres de mí. Amén.
Jueves 23 de mayo
Nuestro seguimiento a Jesús nos debe mover a obrar de tal manera que, cada acción que realicemos la hagamos en nombre del Señor. Entonces, cuando tengamos cualquier gesto de caridad o en toda circunstancia en la cual nos veamos involucrados, jamás se nos olvide que las cosas que hacemos, no las realizamos por nosotros, sino por Jesús que habita en nuestro corazón y en la vida de las personas con quienes compartimos diariamente. De está manera, debemos sentir el movidos a rechazar cualquier situación que nos saque de esta realidad.
Señor, con tu Palabra me haces reconocer que mis acciones son la expresión del amor que te tengo. Dame la gracia de ser consciente de esta realidad para actuar en sintonía con lo que quieres de mí. Amén.
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Sábado 25 de mayo
En este sábado en que la liturgia nos invita a venerar a María el evangelio (Mc 10,13-16) nos hace una invitación particular: recibir el Reino de Dios como niños. Es que, Jesús quiere que ustedes y yo le conozcamos con un corazón sencillo, libre de apegos y expectante. Hacernos como niños implica una actitud de corazón que nos lleve a la ilusión de contemplar todo lo nuevo que Dios hace en nosotros y a recibirlo como el regalo más importante y bello que hemos recibido. Dejemos que nuestro corazón se haga como el de los niños para recibir y aceptar a Dios siempre con ilusiones nuevas.
Señor, te presento mi vida. Moldea mi corazón para ser renovado en todo momento por tu amor. Aviva mi ilusión para describirte a ti en todo lo que vivo. Amén.
Sábado 25 de mayo
En este sábado en que la liturgia nos invita a venerar a María el evangelio (Mc 10,13-16) nos hace una invitación particular: recibir el Reino de Dios como niños. Es que, Jesús quiere que ustedes y yo le conozcamos con un corazón sencillo, libre de apegos y expectante. Hacernos como niños implica una actitud de corazón que nos lleve a la ilusión de contemplar todo lo nuevo que Dios hace en nosotros y a recibirlo como el regalo más importante y bello que hemos recibido. Dejemos que nuestro corazón se haga como el de los niños para recibir y aceptar a Dios siempre con ilusiones nuevas.
Señor, te presento mi vida. Moldea mi corazón para ser renovado en todo momento por tu amor. Aviva mi ilusión para describirte a ti en todo lo que vivo. Amén.
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Domingo 26 de mayo
Hoy celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad, y con ella reconocemos la grandeza de Dios un Trino en el amor. El evangelio de este día (Mt 28,16-20), nos presenta el cierre del evangelio de Mateo, en el pasaje donde los discípulos van a Galilea, al monte que el Señor les había indicado, allí, encuentran al Señor y les presenta la misión que deben realizar: "Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Con ello, nos debemos sentir invitados a reconocer la grandeza de la misión que todos hemos recibido por medio de los discipulos, que es convertir a muchos más, para agregarlos a la misión de la Iglesia, como enviados del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Presentemos a Dios Trino nuestras vidas y sintámonos animados a entregarnos a la misión que hemos recibido por medio de Jesús.
Jesús, te presento mi vida, tal cual soy y en proceso de renovación. Dispongo mi corazón para asumir la misión de ser anunciador de tu presencia en nuestras vidas. Amén.
Domingo 26 de mayo
Hoy celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad, y con ella reconocemos la grandeza de Dios un Trino en el amor. El evangelio de este día (Mt 28,16-20), nos presenta el cierre del evangelio de Mateo, en el pasaje donde los discípulos van a Galilea, al monte que el Señor les había indicado, allí, encuentran al Señor y les presenta la misión que deben realizar: "Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Con ello, nos debemos sentir invitados a reconocer la grandeza de la misión que todos hemos recibido por medio de los discipulos, que es convertir a muchos más, para agregarlos a la misión de la Iglesia, como enviados del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Presentemos a Dios Trino nuestras vidas y sintámonos animados a entregarnos a la misión que hemos recibido por medio de Jesús.
Jesús, te presento mi vida, tal cual soy y en proceso de renovación. Dispongo mi corazón para asumir la misión de ser anunciador de tu presencia en nuestras vidas. Amén.
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Martes 28 de mayo
No hay seguimiento a Jesús que no traiga consigo una promesa, así nos lo manifiesta el evangelio de hoy (Mc 10,28-31). El Señor responde a Pedro de una manera espléndida, quien haya dejado todo por Jesús, recupera lo dejado centuplicado en la nueva vida que manifesta el seguimiento al Señor. Entonces, pudiéramos preguntarnos ¿Por qué vacilar en desprendernos? Muchas veces nos aferramos a cosas, situaciones, personas y hasta circunstancias, que no nos dejan ver más allá de lo que es evidente a nuestras vidas actuales. No obstante, cuando nos desprendemos, iniciando por nosotros mismos, esto es, de nuestros criterios y hasta de Dios, es decir, de las concepciones monótonas que tenemos de él, siempre, en nuestra vida habrá una oportunidad maravillosa de renovación, pues, Jesús jamás defrauda a aquel que lo ha dejado todo por seguirle. ¡No nos estanquemos! en la medida que renunciamos, abrimos espacio para que eso que dejamos sea llenado por Dios. Es por ello que, se hace necesario vivir la dinámica de renuncia-adhesión, renuncia a lo que no es Dios, para adherirnos a él.
Señor, nadie que te sigue queda defraudado, pues, aunque deje mucho atrás de su vida, todo en ti, siempre será multiplicado. Amén.
Martes 28 de mayo
No hay seguimiento a Jesús que no traiga consigo una promesa, así nos lo manifiesta el evangelio de hoy (Mc 10,28-31). El Señor responde a Pedro de una manera espléndida, quien haya dejado todo por Jesús, recupera lo dejado centuplicado en la nueva vida que manifesta el seguimiento al Señor. Entonces, pudiéramos preguntarnos ¿Por qué vacilar en desprendernos? Muchas veces nos aferramos a cosas, situaciones, personas y hasta circunstancias, que no nos dejan ver más allá de lo que es evidente a nuestras vidas actuales. No obstante, cuando nos desprendemos, iniciando por nosotros mismos, esto es, de nuestros criterios y hasta de Dios, es decir, de las concepciones monótonas que tenemos de él, siempre, en nuestra vida habrá una oportunidad maravillosa de renovación, pues, Jesús jamás defrauda a aquel que lo ha dejado todo por seguirle. ¡No nos estanquemos! en la medida que renunciamos, abrimos espacio para que eso que dejamos sea llenado por Dios. Es por ello que, se hace necesario vivir la dinámica de renuncia-adhesión, renuncia a lo que no es Dios, para adherirnos a él.
Señor, nadie que te sigue queda defraudado, pues, aunque deje mucho atrás de su vida, todo en ti, siempre será multiplicado. Amén.